El primer plan en dos décadas para completar la plantilla de la Ertzaintza, de técnicamente 8.000 efectivos, ha sido presentado por el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria. En estos momentos son más de 700 las vacantes. Además, cabe destacar que el objetivo no se cumplirá hasta 2030, por lo que a las bajas ya existentes habrá que sumar del orden de 300 jubilaciones, como mínimo, en los ejercicios que faltan.
Zupiria ha subrayado que es una “propuesta” y que buscará negociarla con las centrales sindicales, que en el cuerpo son Erne, Esan, Euspel y Sipe. Sin embargo, ha anticipado desde la “cautela” que se acometerán reformas en la academia de Arkaute para dotarle de más capacidad para acoger sucesivas convocatorias.
Asimismo, el consejero de Seguridad ha explicado que se utilizará la figura de “facultativos y técnicos”, es decir, la de agentes especialistas en una materia y que no tendrán que superar los procesos ordinarios de acceso. “Esas personas pueden ser policías o no pero siempre serán miembros de la Ertzaintza”, ha abierto la puerta.